El 24 de agosto de 2024, un socorrista negó el acceso a la piscina de Remich (municipio del sureste de Luxemburgo) a tres mujeres que llevaban trajes de baño reveladores, alegando que su vestimenta era ilegal.
Sin embargo, en Luxemburgo no existe legislación que prohíba llevar ropa reveladora en las zonas de baño públicas, dejando que cada zona de baño decida. Esto crea disparidades en todo el país y un sentimiento de discriminación para las personas a las que se deniega el acceso.
Esta posibilidad debería normalizarse a nivel nacional para evitar situaciones de exclusión de algunas mujeres, teniendo en cuenta que la longitud del bañador no tiene nada que ver con criterios de higiene y seguridad, que a menudo se invocan para justificar la prohibición de los bañadores largos.