La mezquita de Bleuets dispone de cinco días para tomar una decisión.
En Marsella (sur de Francia), la mezquita de Bleuets lleva varias semanas en el centro de una polémica administrativa tras la petición de Gérald Darmanin, ministro del Interior dimisionario, de cerrar el lugar de culto. La causa era la predicación del imán Ismail (cuyo verdadero nombre es Smaïn Bendjilali), que supuestamente atentaba contra los valores de la República e incitaba a la violencia.
Ayer, la prefectura de Bouches-du-Rhône informó a la asociación de la mezquita de Bleuets de que, si quería seguir abierta, tendría que separarse del imán Ismail. Esta «petición» forma parte de un ataque político más amplio contra los líderes musulmanes franceses que denuncian la islamofobia de Estado y el actual genocidio en Palestina.
Tras permanecer bajo custodia policial durante un día, el martes, el imán Ismail ha sido citado a comparecer ante el Tribunal Penal el 3 de octubre, acusado de «apología del terrorismo».